El Gobierno aprueba su propuesta de reforma de la Ley de la Ciencia | Ciencia

0



Aproximadamente 400.000 personas trabajan en el sector de la ciencia y la innovación en España, un sector históricamente afectado por la precariedad laboral, los recortes presupuestarios y una burocracia sensacional. El Consejo de Ministros aprobó este viernes el proyecto de reforma de la Ley de Ciencias de 2011, una iniciativa que pretende arreglar el lío actual, como ha reconocido con dureza la ministra de Ciencia, Diana Morant. “Esta reforma viene a reparar las fallas de un sistema de ciencia e innovación agravado en una década de recortes que han provocado la destrucción de miles de lugares públicos, carreras precarias, envejecimiento del personal, la fuga de talentos científicos de nuestro país y el parón de una toda la generación”, dijo Morant en rueda de prensa.

La reforma marcaría por primera vez el objetivo de alcanzar una inversión pública del 1,25% del producto interior bruto para financiar la investigación, el desarrollo y la innovación en 2030, según anunció el ministro el pasado lunes en una entrevista con EL PAÍS. El nivel actual es del 0,58%. «Con el apoyo del sector privado nos permitirá llegar al compromiso del 3% marcado por la UE», ha añadido Morant, que ha subrayado que los presupuestos actuales de su ministerio ya son muy superiores a los del presidente conservador Mariano Rajoy. “La de 2022 prácticamente duplica lo que hemos encontrado como legado”, ha subrayado.

Morant proclamó que la reforma «pone fin a la precariedad endémica en el sector público de la I+D+i», mediante la creación de un nuevo contrato indefinido, en la línea de la reciente reforma laboral. “Hasta ahora, el contrato más utilizado en ciencia era un contrato de trabajo y servicios que tenía una duración máxima de cuatro años. Los grupos de investigación se vieron obligados a disolver el grupo cada cuatro años y los investigadores se quedaron sin contrato y tuvieron que encontrar un nuevo grupo para trabajar. Vamos hacia la estabilidad, con contratos indefinidos, y por eso este modelo acaba con la precariedad”, declaró la ministra.

Una parte del salario de los investigadores y profesores universitarios depende de la evaluación de los méritos de investigación de años anteriores, a través de los llamados quinquenios. La reforma propuesta por Morant subsanaría una polémica normativa impulsada en abril de 2019 por el mismo Ministerio de Ciencia, entonces dirigido por el astronauta Pedro Duque. La legislación actual penaliza a los investigadores que han salido de España para formarse y reingresar, ya que sus años en el extranjero no se tienen en cuenta en el cálculo de los salarios en un puesto ganado por la oposición. Este reconocimiento salarial ahora solo se aplica a la experiencia en organismos públicos de investigación, como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), lo que excluye a cerebros y científicos retornados de universidades, fundaciones y centros tecnológicos de las comunidades autónomas.

Según este diario, unos 200 investigadores afectados por esta normativa denunciaron su situación en una carta al Ministerio de Ciencia en octubre de 2021. En la práctica, el gobierno intenta recuperar a los científicos emigrados pagándoles menos que a los que nunca se fueron. El inodoro de Morant ahora está retrocediendo. “Abrimos las fronteras, reconocemos los méritos de la investigación que se realiza tanto en España como en el extranjero, en todo el sector público y también en todas las universidades”, defendió la ministra. “El objetivo es hacer de España un país para la ciencia, con condiciones y salarios atractivos, donde los que se han ido puedan volver y las mentes más brillantes quieran incorporarse a nuestro país”, aseguró.

Desde hace años, la comunidad científica española denuncia una burocracia paralizante, que obliga a justificar hasta el más mínimo gasto con multitud de documentos y ralentiza la compra de material para los laboratorios. «La ley también resuelve otro problema que enfrenta la comunidad científica, que es la carga administrativa excesiva», dijo Morant. “Se reducirá significativamente, ya que un investigador ya no tendrá que justificar, por ejemplo, la billete de un taxi o facturas de hace 10 años, pero con esta reforma la justificación del subsidio se hará en forma de cuenta simplificada y la verificación será aleatoria”, precisó el ministro.

El anteproyecto también reconoce por primera vez al personal investigador en salud, aquel que dedica el 50 por ciento de su tiempo a investigar en hospitales y centros de salud, explicó Morant. Según el ministro, el conjunto de reformas permitirá la incorporación estable de 12.000 personas al sistema público de ciencia en los próximos tres años.

La comunidad científica ha recibido estos anuncios con menos triunfalismo. La presidenta de la Confederación de Sociedades Científicas Españolas, la física Perla Wahnón, recordó este jueves que los sucesivos ministerios de ciencia han utilizado el dinero de los préstamos, que suele quedar sin gastar, para inflar sus presupuestos reales. “El ministro debe decir si el aumento presupuestario que quiere proteger por ley se basa en estos fondos o en subsidios”, advirtió Wahnón. “Es una medida que nos encanta, pero necesitamos saber cómo se materializará este aumento de presupuesto”, agregó el físico. El proyecto de ley inicia ahora su trámite parlamentario, con negociaciones con el resto de los partidos políticos.

Puedes seguir PREGUNTA en Facebook, Gorjeo Y Instagramo regístrate aquí para recibir nuestro boletín semanal.



También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

This website uses cookies to improve your experience. We'll assume you're ok with this, but you can opt-out if you wish. Accept Read More