Erupción: Los terremotos vuelven a cebarse con La Palma: “Crecen tanto en número como en magnitud” | Sociedad
El volcán de La Palma vuelve a temblar la isla. Y lo hace con más virulencia que en los 53 días anteriores. Este jueves María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional y portavoz del comité científico del Plan de Emergencia Volcánica de Canarias (Pevolca) explicó: “La sismicidad ha aumentado tanto en número como en magnitud”. Además, el número de temblores producidos en las últimas 24 horas a gran profundidad fue el más alto desde el 19 de septiembre: una treintena.
Un terremoto ocurrido a las 3.37 (hora local) se convirtió en el más significativo del día: su magnitud 5 fue percibida por la población con un IV-V dentro de una escala de XII según el sistema europeo. Y esto, a pesar de tener 36 kilómetros de profundidad.
Lo peor aún podría llegar, advirtió Blanco. “La serie sísmica registrada hasta el momento establece una muy alta probabilidad de que ocurra un terremoto de magnitud perceptible con intensidad V y VI en las próximas horas o días”. El grado VI se considera levemente dañino: lo sienten la mayoría de los edificios en el interior y muchos en el exterior. Si es así, algunas personas pueden perder el equilibrio, los objetos pueden caer y los muebles pueden moverse.
La intensidad mide cómo los ciudadanos y la infraestructura perciben cada movimiento. La escala en este caso va del I al XII, y un IV es moderado: se puede ver dentro de los edificios, se puede ver en puertas y ventanas y los autos estacionados se sacuden. Mientras tanto, la magnitud mide la fuerza del terremoto, independientemente de cómo se sienta en la superficie.
Mayor explosividad
Durante este jueves, la erupción volvió a mostrar signos de explosividad. El flujo de lava también se mantuvo activo. Tanto es así que Blanco anunció que al mediodía de este jueves hubo un nuevo desbordamiento del lago dentro del cono. Como en ocasiones anteriores, se ha comenzado a realizar un cuidadoso seguimiento para ver si este evento provoca cambios en las direcciones de los flujos. Itahiza Domínguez, un sismólogo del IGN, informó en su cuenta de Twitter que el desbordamiento de lava de la erupción de La Palma parece fluir hacia el noroeste.
Afortunadamente, 9 de los 11 idiomas que ha dispersado Cumbre Vieja permanecen estancados. Las activas son las dos primeras, es decir, las que formaron la primera Fajana (a la que Pevolca le ha asignado el nombre de D1) y la que lleva dos días creando la segunda, llamada D2. Esta última se desplaza «perpendicular a la costa» en lo que hasta ahora se conocía como Playa Nueva o Playa de los Guirres. Esta playa, muy conocida por isleños y turistas, fue completamente devorada. La amenaza se cierne ahora sobre el chiringuito Kiosco Los Guirres, ubicado en el punto más al sur de la bahía.
Francisco Prieto, técnico de apoyo de la dirección técnica de Pevolca, fue el encargado de cifrar la última hora de la destrucción del volcán, cifras que apenas reflejan cada una de las tragedias personales que ha traído consigo el magma: las coberturas de lava del volcán y una superficie. 1.005 hectáreas, 7,5 más que el día anterior; 290,5 hectáreas de cultivos destruidas, 7,5 más en un día; Se han rellenado 64,8 kilómetros de carreteras.
Aire desfavorable
La calidad del aire sigue siendo motivo de preocupación. Y esto, a pesar de que el dióxido de azufre en la atmósfera se mantuvo en niveles buenos o razonablemente buenos en todas las estaciones de la red de La Palma, a excepción de Puntagorda (al noroeste). En este municipio los datos se consideraron regulares. Otro problema es la dispersión de las cenizas, con picos desfavorables en las primeras horas de la tarde.
Esta circunstancia recomienda reducir las actividades al aire libre a grupos de riesgo y poblaciones sensibles, particularmente en la zona de Los Llanos de Aridane, El Paso, Tazacorte, Tijarafe y Puntagorda.