Se formaron nuevas especies cuando el Mediterráneo se secó

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Un nuevo estudio puede haber descubierto por qué los lagartos de pared se han convertido en el reptil de mayor éxito en la región mediterránea. Los resultados revelan cómo los cambios drásticos en el nivel del mar y el clima hace 6 millones de años influyeron en la formación de especies en la zona. Los investigadores creen que ahora pueden explicar por qué los lagartos se han vuelto tan diversos y generalizados, lo que ha desconcertado a los biólogos desde el siglo XIX. El estudio se publica en Comunicaciones de la naturaleza.

La evolución de los lagartos de pared ofrece pistas sobre cómo los grandes acontecimientos climáticos y geológicos del Mediterráneo hace millones de años influyeron en la forma en que las especies se formaron o se extinguieron y también allanaron el camino para la biodiversidad.

Las lagartijas de pared se remontan a hace unos 20 millones de años. Sin embargo, la formación de especies parece haber ganado velocidad poco después de la crisis de salinidad mesiniana hace 6 millones de años. Durante este tiempo, el Mediterráneo casi se secó, solo para llenarse rápidamente de agua cuando se abrió el Estrecho de Gibraltar.

«Nuestros resultados muestran que los cambios dramáticos de la era probablemente contribuyeron al surgimiento de nuevas especies. También arrojaron luz sobre por qué la biodiversidad se ve como lo es hoy», dice Tobias Uller, profesor de ecología evolutiva en la Universidad de Lund, quien dirigió estudios.

Las investigaciones indican que las especies aisladas entre sí durante millones de años se han encontrado ocasionalmente y han compartido genes. Al comparar las secuencias de ADN de 26 especies y 8 subespecies, el equipo mapeó con éxito las principales características de la evolución del lagarto de pared. Esto incluyó qué partes del genoma se habían transferido de otras especies mediante hibridación.

Un ejemplo son las lagartijas de pared que se encuentran en Ibiza. La mitad de sus genes provienen de lagartijas de pared que ahora viven en la Península Ibérica y la otra mitad de las que se encuentran en los Balcanes y entre las islas griegas. La especie ibicenca surgió así como un híbrido, lo que brindó a la evolución grandes oportunidades para combinar genes antiguos de nuevas formas.

Según los investigadores, esto probablemente explica por qué especies como el lagarto de la pared de Ibiza tienen una coloración tan sorprendentemente variable: a pesar de las estrechas relaciones y la proximidad geográfica, son de un solo color en una isla, pero de una variedad de colores en la otra, por ejemplo.

«Creemos que la hibridación ha impulsado la evolución, promoviendo la biodiversidad y la extraordinaria adaptabilidad entre ciertas especies», concluye Tobias Uller.

Fuente de la historia:

Materiales proporcionados por Universidad de Lund. Nota: El contenido se puede cambiar según el estilo y la longitud.

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